Los precursores de las redes sociales, a finales del siglo XIX incluyen a Émile Durkheim y a Ferdinand Tönnies.
Tönnies argumentó que los grupos sociales pueden existir bien como
lazos sociales personales y directos que vinculan a los individuos con
aquellos con quienes comparte valores y creencias (
gemeinschaft), o bien como vínculos sociales formales e instrumentales (
gesellschaft). Durkheim
aportó una explicación no individualista al hecho social, argumentando
que los fenómenos sociales surgen cuando los individuos que interactúan
constituyen una realidad que ya no puede explicarse en términos de los
atributos de los actores individuales. Hizo distinción entre una
sociedad tradicional -con "solidaridad mecánica"- que prevalece si se
minimizan las diferencias individuales; y una sociedad moderna -con
"solidaridad orgánica"- que desarrolla cooperación entre individuos
diferenciados con roles independientes.
Por su parte, Georg Simmel
a comienzos del siglo XX, fue el primer estudioso que pensó
directamente en términos de red social. Sus ensayos apuntan a la
naturaleza del tamaño de la red sobre la interacción y a la probabilidad
de interacción en redes ramificadas, de punto flojo, en lugar de en
grupos.